miércoles, 11 de mayo de 2011

Walt Disney (1)

Siguiendo el calendario, hoy toca historia. Me hubiera gustado haber empezado por algo más general y no tan concreto. Será una serie de entradas sobre la vida y obra del animador y hombre de negocios más conocido. Todos hemos crecido con sus películas y personajes. Quizá cuando ya eres adulto no lo ves de la misma manera, puedes tener deferentes puntos de vista sobre lo que nos enseñan sus historias. Como comentario personal añado que no me gustan los valores que se pretende inculcar como imagen de marca, y más ahora mismo con tanto niño tipo Jonas Brothers y esas cosas... Sinceramente prefiero la labor que desempeña Pixar. Aún así, no hay que desprestigiar a Walter Disney como artista ni olvidarnos de él, aunque tengamos diferentes puntos de vista en cuanto a valores educativos, de estilo de dibujo, técnicos, etc.
Como fuente de información me basaré en un libro editado por El País en 2001, para celebrar los 100 años del nacimiento de Disney. ¡Espero que lo encontréis interesante!

"Unas cejas que apuntaban un signo de interrogación, los labios bondadosos, cierta sonrisa irónica y el brillo de unos ojos plácidos. Al fondo, una biblioteca con libros sujetos por 32 oscars. Es el 'niño más viejo del mundo', el prolífico creador de fábulas. Detrás de esa imagen afable se ocultaba el hombre tenaz, cabezón e incansable que legó un nombre mítico: Walt Disney, rubicado por una firma aún más famosa que la de Salvador Dalí, Picasso o Andy Warhol. Rodeado por colosos cinematográficos, con su imperio de enanitos, princesas y ratones, supo capear todas las tormentas. Reinó antes y después de morir. Su historia fue y es fascinante: la vida y la herencia de un mito." Luis Gasca (2001)

Walt Disney, con nombre completo Walter Elias Disney, nació el 5 de diciembre de 1901, en la ciudad de Chicago, su padre Elias, un carpintero canadiense hijo de inmigrantes irlandeses, y su madre Flora Call, americana de familia alemana. Cuando el pequeño Walter tenía cinco años, la familia decidió mudarse a Marceline (Misuri) y establecerse en una granja con motivo de la falta de ingresos paternos. Mientras que sus dos hermanos mayores se vieron empujados a trasladarse a la ciudad, Walt se quedaría en la granja rodeado de los animales que más tarde inspirarían los personajes de su carrera. Al cabo de unos pocos años, los Disney se mudaron de nuevo, esta vez a la ciudad de Kansas City, situada al lado de su antigua casa en Marceline. Elias padre compró una pequeña agencia de distribución de periódicos, en la que el joven Walter trabajaría durante seis años como repartidor de diarios en bicicleta. Ya desde pequeño, Walt destacó por su gracia como dibujante, como cuando iba a la Benton Grammar School donde estudiaba.

A los diez y seis años, tuvo que dejar el teatro por otra mudanza, esta vez sería a Chicago. Allí se inscribió a la Escuela Secundaria McKinley, para estudiar anatomía y dibujo mientras lo compaginaba con un empleo en una fábrica de mermeladas y otro clasificando correspondencia en la oficina de correos local. En plena fiebre bélica, falsificó su partida de nacimiento para poder enrolarse como soldado en la Cruz Roja. Sin embargo, sin cumplir un año de estancia en Europa regresó a casa con varias direcciones en el bolsillo. Gracias a los bocetos en el destacamento de ambulancias de St. Cyr y París le sirvieron para trabajar en la agencia Pesmen-Rubin. Allí conocería a Ub Iwerks, con quien fundaría su primera compañía y llevaría a cabo una serie de anuncios animados.

(c) Disney
Laugh-o-Grams de 1921, fueron una serie de cortos publicitarios donde Disney mezcló por primera vez dibujos animados y acción real. El éxito que tuvo esta serie, impulsaron a crear la compañía del mismo nombre junto con unos amigos y un capital de 15.000 dólares. Gracias a estos spots pudo dar un paso más hacia su sueño y adaptar cuentos de hadas. Los primeros seis cuentos clásicos infantiles nacen en 1922. Se inspiró en los grabados europeos de los cuentos infantiles. Encontró un tema poco utilizado hasta entonces. Todos los cuentos que adaptó estaban plagados de buen humor y reflejaban el modo de vida de aquellos años, quedando así los cuentos actualizados. Algunos títulos son Jack and the Beanstalk, Goldilocks and the Three Bears o Cinderella.


(c) Disney
En 1924, inspirado por la serie del payaso Koko, Disney llevó a cabo una serie que mezclaba dibujos con acción real: Alice (Alicia). La actriz principal era Virginia Davis (Virginia McGhee) y la acompañaba un reparto animado formado por el gato Julius, Mochales en España, y Pete Patapalo. Esta serie la rodó durante cuatro años. A mitad de rodaje de la serie, se quedaron sin dinero y Walt recurrió a una distribuidora de Nueva York, Margaret Winkler, que se comprometió a pagar 1.500 dólares por rollo de película. Entusiasmado por el éxito del contrato, Disney se trasladó a Hollywood y convenció a su socio Ub Iwerks para que le siguiera. Un año más tarde, en 1925, Walter se casó con Lillian Bounds.

Unos años más tarde empezaría a crear el universo que conocemos hoy en día. Dejaría Alicia y crearía al conejo Oswald, Mickey Mouse... Que dejaré para la próxima semana.

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